Botox: qué músculos intervienen y cómo actúa en cada zona del rostro

El tratamiento con toxina botulínica tipo A, conocido popularmente como Botox, es uno de los procedimientos estéticos más seguros, estudiados y efectivos para suavizar arrugas dinámicas. Sin embargo, algo que pocas personas conocen es qué músculos se tratan realmente y cómo la relajación selectiva de cada uno logra un resultado natural, sin congelar la expresión.

Aquí te explicamos de forma clara qué músculos participan en las arrugas más comunes y cómo actúa el tratamiento en cada zona.

Músculos del tercio superior del rostro

1. Frontal

Es el músculo responsable de elevar las cejas. Cuando se contrae con fuerza o de manera repetida, forma las líneas horizontales de la frente. El objetivo del Botox en esta zona no es eliminar completamente el movimiento, sino regular su contracción para que conserve una expresión natural sin arrugas marcadas.

2. Prócer

Ubicado entre las cejas, participa en el gesto de fruncir el ceño. Su acción contribuye a la formación de la línea vertical central.

3. Corrugadores

Son los músculos que generan las clásicas “líneas del enojo” o arrugas del entrecejo (glabella). La toxina permite relajarlos selectivamente, logrando una mirada más descansada y amable.

Músculos del tercio medio

4. Orbicular de los ojos

Responsable de las líneas conocidas como “patas de gallo”. Estas arrugas aparecen al sonreír o cerrar los ojos con fuerza. Un tratamiento preciso mantiene la naturalidad de la sonrisa, pero reduce el exceso de contracción que acentúa las arrugas laterales.

5. Elevador del labio superior y ala de la nariz

Aunque no es una zona clásica de Botox, en algunos casos se utiliza para suavizar la sonrisa gingival. La clave es aplicar pequeñas dosis y combinarlo con evaluación profesional.

Músculos del tercio inferior y cuello

6. Depresor del ángulo de la boca

Relajarlo puede ayudar a mejorar el aspecto de las comisuras decaídas y dar una expresión más armónica.

7. Mentoniano

Su hiperactividad genera un mentón con aspecto de “piel de naranja”. Una dosis cuidadosamente administrada suaviza la textura y mejora el balance facial.

8. Platisma

Estas bandas verticales del cuello pueden tratarse para definir el contorno mandibular en pacientes seleccionados.

Descubre más sobre los diferentes tratamientos de medicina estética en nuestro blog.

Por qué el conocimiento anatómico es clave

El Botox no es un tratamiento estándar: su resultado depende del análisis individual del rostro, la fuerza muscular y el equilibrio entre los músculos que elevan y los que deprimen estructuras faciales. Por eso, la planificación médica es fundamental para evitar resultados artificiales.

Si deseas conocer el tratamiento en detalle o realizar una evaluación, puedes revisar la información del tratamiento profesional de toxina botulínica en nuestro sitio principal.

Este artículo fue escrito por Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética.