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7 Errores comunes al elegir tratamientos esteticos por primera
- Por Clínica EM
Empezar en este mundo es ilusión pura… pero también nervios. Muchos pacientes llegan contándome que les da miedo equivocarse. Y tienen razón en algo importante: los errores comunes al elegir tratamientos esteticos por primera vez pueden marcar la diferencia entre una buena experiencia y una historia que uno preferiría olvidar.
En Clínica EM vemos todos los días pacientes que vienen por primera vez, y otros que llegan buscando “arreglar” algo que les hicieron en otro lugar. Con esa experiencia, quiero contarte de forma clara, en buen chileno, qué cosas deberías mirar con lupa antes de dar el vamos a tu primer procedimiento estético.
La idea es que al terminar de leer, sientas que entiendes qué puede salir mal, cómo evitarlo y cómo ir a la segura, sin expectativas irreales ni decisiones apuradas.
1. Confiar solo en el precio: cuando “barato” sale caro
Uno de los errores más frecuentes al elegir tratamientos esteticos por primera vez es poner como criterio número uno el precio.
No es que el precio no importe, obvio que sí. Pero cuando se transforma en el factor decisivo, solemos ver problemas como:
– Uso de productos de baja calidad o no certificados.
– Profesionales sin formación suficiente (o derechamente no médicos haciendo procedimientos médicos).
– Falta de medidas de seguridad, urgencias mal manejadas o nulas.
En buen chileno: no es llegar y elegir lo más barato que aparece en redes sociales. El riesgo no es solo estético; también puede ser de salud, con infecciones, alergias mal manejadas o secuelas difíciles de revertir.
Lo sano es comparar precio, sí, pero siempre después de haber evaluado:
– Formación y experiencia del profesional.
– Calidad y respaldo de los productos utilizados.
– Condiciones de la clínica: higiene, equipamiento, protocolos.
Si el valor es demasiado bajo en comparación con otros centros serios, ojo ahí. Puede ser una señal de alerta más que una ganga.
2. No verificar quién te atiende: “me lo hizo alguien que vi en Instagram…”
El segundo gran error al elegir tratamientos estéticos por primera vez es no tomarse el tiempo de verificar quién es realmente la persona que hará el procedimiento.
Algunas señales de alerta que vemos a menudo:
– “Profesionales” que no son doctores realizando inyecciones profundas, como ácido hialurónico o toxina botulínica.
– Falta de registro en el Colegio Médico o en registros sanitarios oficiales.
– Perfiles de redes sociales llenos de ofertas, pero sin identificación clara del responsable médico.
A veces me llegan pacientes diciéndome: “Doctora, me puse relleno en un lugar que encontré en Instagram, pero ahora tengo dolor y un bulto que no se va”. Cuando revisamos, muchas veces quien hizo el procedimiento no era doctor, no tenía preparación formal y usó técnicas o productos inadecuados.
Para evitar esto, antes de agendar:
– Pregunta claramente quién es el profesional responsable.
– Verifica su nombre en los registros oficiales de salud.
– Fíjate si la clínica tiene dirección real, no solo una cuenta en redes.
Si la persona se molesta porque le haces estas preguntas, mejor aléjate al tiro. Un profesional serio no se complica al mostrar sus credenciales.
3. Ir directo a un tratamiento sin evaluación médica previa
Otro de los errores comunes al elegir tratamientos esteticos por primera vez es llegar con la idea fija: “quiero bótox”, “quiero ácido hialurónico”, “quiero lo mismo que mi amiga”.
La medicina estética responsable funciona al revés:
1. Primero se evalúa el rostro o la zona corporal.
2. Se analizan tus antecedentes médicos, alergias, medicamentos, estilo de vida.
3. Se definen tus objetivos reales (¿qué te molesta? ¿qué esperas cambiar?).
4. Recién después se propone el tratamiento más adecuado.
Cuando alguien te ofrece “bótox en oferta hoy mismo, sin evaluación” o “relleno express”, ojo ahí. Eso no es medicina, es venta agresiva.
En el box, lo que más me preguntan es: “Doctora, ¿qué me haría usted si fuera su cara?”. Ese tipo de pregunta muestra que la persona está abierta a escuchar, y eso es clave para no cometer errores en la primera vez.
Consejo claro: tu primera consulta no tiene por qué terminar sí o sí con un procedimiento el mismo día. Tómate el tiempo de entender, hacer preguntas y decidir con calma.
4. Tener expectativas irreales: querer resultados mágicos e inmediatos
La medicina estética puede lograr cambios muy bonitos y notables, pero no hace magia. Y otro error clásico al elegir tratamientos esteticos por primera vez es llegar con expectativas que ninguna técnica puede cumplir.
Algunos ejemplos de expectativas poco realistas:
– Pensar que un tratamiento no dejará ni un milímetro de arruga.
– Creer que con una sola sesión se verá un cambio radical, tipo “antes y después” de película.
– Imaginar que jamás habrá hinchazón, moretones o tiempo de recuperación.
– Exigir resultados permanentes con tratamientos que son por definición temporales.
Nuestro trabajo es aterrizar esas ideas:
– Explicar qué tanto se puede mejorar y hasta dónde es recomendable llegar.
– Hablar con honestidad de posibles efectos secundarios (moretones, inflamación, asimetrías transitorias).
– Conversar sobre mantenimiento y duración de los resultados.
En buen chileno: tomarle el peso a que tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse, y que el objetivo es verte mejor, más descansado/a, más fresco/a, no convertirte en otra persona.
Cuando el profesional te promete resultados garantizados, sin riesgos y “cero molestias”, desconfía. Nadie serio puede asegurar eso.
5. Guiarse solo por fotos de redes sociales y filtros
Un error muy actual al elegir tratamientos estéticos por primera vez es confundir filtros y edición con resultados reales.
Hoy vemos en redes:
– Caras ultra lisas gracias a filtros.
– Labios sobredimensionados como moda del momento.
– Antes y después sin contexto, sin fechas ni explicación técnica.
Un día llegó una paciente y me dijo: “Doctora, quiero esta cara”, mostrándome una foto con filtro extremo. Cuando empezamos a conversar, entendió que eso no era un resultado real, sino una imagen creada para redes.
Para evitar frustraciones:
– Pide ver fotos de resultados sin filtros, con buena luz, y ojalá en ángulos similares.
– Pregunta siempre cuánto tiempo pasó entre el antes y el después.
– Ten ojo con las caras “todas iguales”; a veces eso indica un estilo poco personalizado.
Si te interesa ver resultados reales, videos de procedimientos y contenidos educativos cortos, te recomiendo visitar nuestro Instagram, donde compartimos casos y explicaciones prácticas de medicina estética desde una mirada honesta y responsable.
6. No hablar de tus miedos, enfermedades o medicamentos
Otro de los errores comunes al elegir tratamientos esteticos por primera vez es quedarse callado en la anamnesis, ya sea por vergüenza, por olvido o porque piensas que “no es tan importante”.
La realidad es que hay condiciones médicas y medicamentos que pueden cambiar completamente el plan de tratamiento, por ejemplo:
– Enfermedades autoinmunes.
– Trastornos de coagulación o uso de anticoagulantes.
– Alergias previas a medicamentos o anestésicos.
– Embarazo o lactancia.
– Infecciones activas en la zona a tratar.
Si no nos cuentas toda esa información, podemos planificar un procedimiento que no es seguro para ti. Y el objetivo es exactamente lo contrario: que la experiencia sea a toda prueba.
En el box algunos pacientes me cuentan cosas como: “Ay doctora, no le dije que tomaba este remedio porque pensé que no tenía nada que ver”. Y al revisarlo, descubrimos que sí era relevante, y que incluso había que modificar la indicación o esperar un tiempo antes de tratar.
Recomendación práctica:
– Antes de tu primera consulta, haz una lista de tus enfermedades, medicamentos y suplementos.
– Incluye también cirugías previas y tratamientos estéticos anteriores, aunque hayan sido hace años.
– Comenta tus miedos abiertamente: dolor, agujas, hinchazón, qué te preocupa más.
Mientras más información tengamos, más seguro y adecuado será lo que podamos ofrecerte.

7. Elegir un tratamiento que no es para tu rostro, tu piel o tu objetivo
Quizás este es el corazón de todos los errores comunes al elegir tratamientos esteticos por primera vez: escoger algo que no conversa bien con tu anatomía, tu edad, tu tipo de piel o tu objetivo real.
Algunos ejemplos típicos:
– Labios excesivamente rellenados en rostros muy delicados, que rompen totalmente la armonía.
– Rellenos pesados en zonas donde la piel es fina, generando aspecto “abultado” o poco natural.
– Toxina botulínica mal indicada que deja expresiones demasiado rígidas.
En buen chileno, aquí se nota cuando alguien quiere “pasar piola” usando la misma receta para todos. La medicina estética seria es personalizada de tomo y lomo.
Lo responsable es:
– Evaluar tu rostro como un conjunto, no solo un detalle aislado.
– Considerar tu edad biológica, tu estilo de vida y hasta tu trabajo.
– Conversar qué imagen quieres proyectar: más juvenil, más descansada, menos cansancio, menos dureza en la mirada, etc.
A veces la mejor decisión es no hacer el tratamiento que el paciente viene pidiendo.
Cuándo no recomendar un tratamiento, aunque el paciente insista
En la práctica, hay momentos en que decimos derechamente que no. Por ejemplo:
– Si un paciente pide un volumen de labios que rompería por completo la armonía de su rostro.
– Si hay una enfermedad activa que hace riesgoso el procedimiento.
– Si la expectativa es imposible (por ejemplo, eliminar completamente una cicatriz profunda con un solo tratamiento).
– Si el tratamiento no es adecuado para su tipo de piel, edad o estructura anatómica.
Aquí es donde entra la ética médica y el respeto a tu salud. Aunque parezca raro, decir que no también es una forma de cuidarte.
Cómo ir a la segura en tu primera experiencia estética
Después de revisar estos errores, probablemente te estés preguntando: “Ya, doctora, ¿y entonces qué hago para elegir bien?”.
Te dejo un esquema práctico para ir a la segura en tu primer tratamiento estético:
1. Parte por una consulta diagnóstica, no por una oferta
Agenda una cita cuyo objetivo principal sea:
– Evaluar tu rostro o cuerpo con calma.
– Conversar tus objetivos y miedos.
– Revisar tu historia clínica completa.
Si la clínica solo te ofrece “promo” sin evaluación seria, mejor busca otra opción.
2. Haz preguntas, muchas preguntas
Un profesional seguro responde sin problemas cosas como:
– ¿Qué producto va a usar? ¿Está aprobado y certificado?
– ¿Qué formación tiene para hacer este procedimiento?
– ¿Qué efectos secundarios son esperables?
– ¿Qué pasa si algo sale mal? ¿Tienen protocolos?
Si te responden con evasivas o solo con “no se preocupe, aquí nunca pasa nada”, ojo ahí. En medicina, siempre existen riesgos, aunque sean bajos. La diferencia está en cómo se manejan.
3. Pide un plan, no solo una intervención aislada
La mejor forma de evitar errores en tu primera vez es entender que el tratamiento es parte de un plan global, no un parche.
Ese plan debería incluir:
– Tratamientos en consulta.
– Cuidados en casa.
– Tiempos de revisión y controles.
– Posibles ajustes o retoques si se necesitan.
Así puedes sacar cuentas alegres a mediano y largo plazo, y no solo mirar el “antes y después” inmediato.
4. Dale tiempo a tu cuerpo y respeta los controles
Otro error sutil es querer evaluar el resultado definitivo al día siguiente. Con muchas técnicas:
– El resultado inicial puede estar “inflado” por la inflamación.
– Los moretones pueden demorar unos días en irse.
– El efecto definitivo se ve recién a las 2–3 semanas, o incluso más, según el procedimiento.
No es llegar y ponerse algo y salir “como nuevo” en una hora. A veces pasa, y es maravilloso, pero no siempre es así. Lo normal es que tu cuerpo necesite tiempo para adaptarse.
Respeta siempre:
– Los cuidados indicados por el profesional.
– Los plazos antes de decidir hacer retoques.
– Los controles, aunque “sientas que todo está bien”.
Para cerrar: cómo evitar los errores comunes al elegir tratamientos esteticos por primera vez
Si tu primera experiencia estética es bien planificada, conversada y honesta, es muy probable que quedes contento/a y con ganas de seguir cuidándote de forma responsable.
Si, en cambio, caes en:
– Elegir solo por precio.
– No verificar quién te atiende.
– Saltarte la evaluación.
– Imaginar resultados imposibles.
– Creer que todo lo que ves en redes es real.
es mucho más fácil terminar decepcionado/a, con complicaciones o con resultados poco naturales.
En Clínica EM nuestra prioridad es que tomes decisiones informadas. Ojalá esta información te ayude a tener ojo y a darle el verdadero peso que merece a tu salud, tu rostro y tu cuerpo al momento de elegir.
Si quieres profundizar más en este tema, te recomiendo leer el contenido que tenemos en nuestro blog Al Box de medicina estética, donde explicamos distintos procedimientos y resolvemos dudas frecuentes de nuestros pacientes.
Recuerda: tu primera experiencia con tratamientos estéticos puede ser muy positiva si te das el tiempo de informarte, preguntar y elegir un equipo médico que te acompañe con realismo, ética y cercanía.
Este artículo fue escrito por Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética y rejuvenecimiento facial.
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