Qué es el plasma rico en plaquetas y cómo funciona realmente

Cuando una paciente se sienta en el box y me pregunta qué es el plasma rico en plaquetas y cómo funciona realmente, normalmente viene con una mezcla rara de expectativas altísimas y dudas bien concretas: “Doctora, ¿esto es de verdad mi propia sangre?”, “¿Rejuvenece de verdad o es pura moda?”, “¿Duele mucho?”.

En Clínica EM usamos el plasma rico en plaquetas (PRP) hace años, pero siempre aterrizando la información, sin promesas mágicas. En este artículo quiero explicarte, de forma clara y honesta, qué es el PRP, cómo actúa en tu piel y en qué casos tiene sentido usarlo… y en cuáles mejor no.

1. ¿Qué es exactamente el plasma rico en plaquetas?

El plasma rico en plaquetas es una fracción de tu propia sangre que concentramos para obtener una dosis mucho más alta de plaquetas de lo normal.

Las plaquetas no solo sirven para cortar una hemorragia; dentro de ellas hay factores de crecimiento y proteínas que participan en los procesos de reparación de los tejidos.

Cuando hablamos de PRP, lo que hacemos es aprovechar esa capacidad natural de reparación, pero de forma dirigida y controlada en zonas específicas, como rostro, cuello, escote o cuero cabelludo.

En buen chileno: es tu propia sangre “potenciada” y devuelta a tu piel para estimularla desde adentro, no es un producto sintético, ni un relleno, ni una crema.

2. Cómo funciona realmente el PRP dentro de la piel

Aquí es donde vale la pena entender un poco de biología, sin enredarse.

Cuando inyectamos el plasma rico en plaquetas en la piel o en el cuero cabelludo, pasa lo siguiente:

1. Liberación de factores de crecimiento
Las plaquetas activadas liberan sustancias como:
– PDGF (factor de crecimiento derivado de plaquetas)
– TGF-β (factor de crecimiento transformante beta)
– VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular)
– IGF (factor de crecimiento similar a la insulina)

Estos nombres suenan muy de laboratorio, pero lo que hacen, en simple, es “llamar” a células reparadoras y ordenarles trabajar.

2. Estimulación de fibroblastos
Los fibroblastos son las células que fabrican colágeno, elastina y matriz extracelular.
Con los factores de crecimiento, se activan y empiezan a producir más colágeno nuevo y organizado.

Resultado esperado: la piel tiende a verse más firme, con mejor textura y luminosidad con el paso de las semanas.

3. Mejora de la microcirculación
El VEGF favorece la formación de nuevos vasos sanguíneos pequeños.
Eso ayuda a que la piel se nutra mejor, lo que suele traducirse en un tono más uniforme y un aspecto menos “apagado”.

4. Modulación inflamatoria
El PRP no solo “repara”, también regula ciertos procesos inflamatorios.
En condiciones adecuadas, esto puede ayudar a que la recuperación de la piel sea más rápida y con menos daño a largo plazo.

Ojo aquí: los resultados no son inmediatos como un maquillaje, porque el proceso es biológico. Lo habitual es que los cambios se noten de manera progresiva, en semanas y meses, no en horas.

3. Usos más frecuentes en estética y cuándo tiene sentido

En medicina estética usamos el plasma rico en plaquetas como tratamiento de bioestimulación, es decir, para activar procesos naturales, no para cambiar por completo la forma de una cara como haríamos con rellenos.

3.1. Rejuvenecimiento facial: textura, luminosidad y firmeza

En la cara, el objetivo principal es mejorar:

– Textura fina o piel “papel de seda”
– Aspecto opaco o cansado
– Laxitud leve a moderada
– Algunas cicatrices finas de acné (en protocolos combinados)

El PRP es especialmente útil en pacientes que:

– No quieren productos sintéticos.
– Buscan algo más “biológico” y progresivo.
– Están empezando a notar el envejecimiento y quieren prevenir y mantener.

Lo que no va a hacer, por muy bien que lo usemos, es:

– Rellenar arrugas profundas como un ácido hialurónico.
– Reemplazar una toxina botulínica para arrugas gestuales (frente, entrecejo).
– Levantar estructuras caídas como un lifting quirúrgico.

A veces me llegan pacientes diciéndome “doctora, quiero plasma para borrar estas líneas profundas al lado de la boca”. Ahí tengo que ser clara: el plasma rico en plaquetas puede mejorar la calidad de la piel de la zona, pero no es un borrador de arrugas profundas.

3.2. Cuello y escote: zonas olvidadas que delatan la edad

Cuello y escote suelen estar al debe en los cuidados diarios, pero son de cajón cuando hablamos de envejecimiento.

El PRP puede ayudar a:

– Mejorar arruguitas finas del escote.
– Mejorar la flacidez leve del cuello.
– Dar un aspecto más homogéneo a la piel.

Nuevamente, es más un “afinamiento de la calidad de la piel” que un cambio drástico de estructura.

3.3. Cuero cabelludo: apoyo en caída y debilitamiento capilar

En algunas personas con caída capilar incipiente o afinamiento del pelo, el PRP se usa para:

– Favorecer un pelo más grueso.
– Disminuir el ritmo de caída en ciertos casos.
– Mejorar la salud del cuero cabelludo.

Pero aquí es muy importante tener ojo:

– No reemplaza tratamientos médicos específicos en alopecias avanzadas.
– No crea folículos donde ya no existen.

En la consulta lo revisamos con calma, porque no es llegar y aplicar PRP a cualquiera con caída de pelo: hay que ver causa, exámenes, medicamentos, etc.

4. Paso a paso del procedimiento: qué pasa realmente el día del PRP

Para muchas personas, la parte de “sacarme sangre” es lo que más les preocupa. Veamos el proceso completo:

4.1. Evaluación previa

Antes de dar el vamos, siempre hacemos:

– Historia clínica detallada (enfermedades, medicamentos, alergias).
– Revisión de expectativas (qué buscas y qué es posible lograr).
– Muchas veces, fotos clínicas para comparar antes y después.

Hay casos en que, aunque el paciente quiera, no recomendamos el PRP (lo veremos más abajo).

4.2. Toma de muestra de sangre

El día del procedimiento:

– Se extrae una cantidad pequeña de sangre del brazo, similar a un examen de laboratorio.
– Usamos tubos especiales y sistema cerrado, siguiendo protocolos de bioseguridad a toda prueba.

Para la mayoría de los pacientes, esta parte es bastante llevadera. Si eres muy aprensiva o aprensivo con las agujas, lo conversamos y lo hacemos con calma.

4.3. Centrifugación y preparación del plasma rico en plaquetas

La muestra se lleva a la centrífuga:

– Giramos la sangre a altas revoluciones durante un tiempo determinado.
– La fuerza de rotación separa los componentes:
– Glóbulos rojos (abajo).
– Plasma pobre en plaquetas (arriba).
– Una fracción intermedia rica en plaquetas (lo que nos interesa).

Con técnica estandarizada, aislamos esa parte rica en plaquetas, a veces con activadores específicos dependiendo del protocolo.

4.4. Aplicación en la piel o cuero cabelludo

Antes de inyectar:

– Limpiamos muy bien la zona.
– Aplicamos anestesia tópica según el área y tu sensibilidad.

Luego utilizamos microinyecciones tipo mesoterapia o cánulas finas, según la indicación, para distribuir el PRP en la zona tratada.

La sensación es de múltiples pinchacitos. Hay personas que lo toleran perfecto y otras que sienten más molestia, pero es un procedimiento corto. Lo usual es que en 30–45 minutos estemos listos.

5. Cuidados posteriores, tiempos y duración de resultados

Aquí es donde hay que tomarse el tiempo de explicar bien lo que viene, para que puedas ir a la segura y sacar cuentas alegres después.

5.1. Cuidados inmediatos tras el plasma rico en plaquetas

Después del procedimiento, solemos indicar:

– No maquillarse por unas horas si fue en el rostro.
– No exponerse al sol directo ese día (y usar factor solar de manera estricta).
– Evitar saunas, baños muy calientes o ejercicio intenso las primeras 24 horas.
– No masajear la zona a menos que te lo indiquemos.

Puedes notar:

– Leve enrojecimiento.
– Algo de inflamación.
– Pequeños puntos de punción.

Todo esto, en general, pasa piola en uno o dos días.

5.2. ¿Cuándo se ven los resultados?

Ojo con esto: el plasma rico en plaquetas no es una toxina botulínica ni un relleno, por lo tanto:

– Los cambios no son inmediatos.
– Lo habitual es empezar a notar diferencias en calidad de piel desde la 3ª–4ª semana.
– Los resultados tienden a afianzarse en torno a los 2–3 meses.

Por eso solemos trabajar en protocolos de varias sesiones distribuidas en el tiempo, y luego mantener según cada caso.

5.3. ¿Cuánto duran los efectos?

No hay una cifra única, porque depende de:

– Tu edad.
– Tu calidad de piel basal.
– Tus hábitos (tabaco, sol, sueño, nutrición, estrés).
– Si combinas plasma rico en plaquetas con otros tratamientos.

Como referencia realista:

– Muchas personas mantienen una mejoría varios meses después del último ciclo.
– Recomendamos sesiones de mantención 1–2 veces al año, según el caso.

Lo importante es entender que el plasma rico en plaquetas no congela el envejecimiento; lo que hace es mejorar la curva con la que envejeces, haciéndola más suave.

6. Riesgos, efectos secundarios y cuándo NO usar PRP

Nada en medicina es 100 % libre de riesgos, y es importante decirlo al tiro, con transparencia.

6.1. Efectos secundarios habituales

Como es un material autólogo (de tu propia sangre), las reacciones alérgicas son extremadamente raras. Lo que sí podemos ver es:

– Enrojecimiento transitorio.
– Hinchazón leve.
– Dolor suave en la zona inyectada.
– Moretones pequeños (sobre todo en cara y cuello).

Estos efectos son, en general, temporales y se resuelven en pocos días.

6.2. Riesgos poco frecuentes pero importantes

Si no se respetan las normas de asepsia y protocolo, pueden existir riesgos como:

– Infección local.
– Inflamación más intensa de lo normal.

Por eso insistimos en que este procedimiento debe hacerse en un entorno clínico, con personal capacitado y material estéril. No es un tratamiento para hacerse “en la casa de una amiga” ni en lugares no regulados. Ojo ahí.

6.3. Contraindicaciones: casos en los que preferimos decir que no

Hay situaciones en las que habitualmente no recomendamos plasma rico en plaquetas, o al menos lo postergamos:

– Trastornos importantes de coagulación.
– Uso de anticoagulantes que no se pueden suspender.
– Infecciones activas en la zona a tratar.
– Algunos tipos de cáncer en tratamiento o recientes (se analiza caso a caso).
– Embarazo y lactancia, por criterio de seguridad y falta de evidencia sólida.

También, aunque no sea una contraindicación médica estricta, hay casos en que por expectativas poco realistas preferimos no seguir adelante.

Por ejemplo, si alguien insiste en que el plasma rico en plaquetas le va a reemplazar una cirugía de lifting o va a borrar cicatrices profundas que llevan años, es más honesto decir: “Para lo que tú buscas, este tratamiento no es el más adecuado”.

7. Cuándo el PRP sí es una buena idea y cuándo conviene otro tratamiento

Para tomar una buena decisión, conviene mirar algunos escenarios típicos.

7.1. Buenas indicaciones del plasma rico en plaquetas

Es muy probable que el PRP sea una alternativa razonable para ti si:

– Tienes entre 30 y 60 años y empiezas a notar cambios en textura, luminosidad y firmeza, pero sin flacidez extrema.
– Quieres prevenir y mantener tu piel en mejores condiciones a largo plazo.
– No te sientes cómoda con la idea de productos sintéticos, pero sí con estimular procesos naturales.
– Aceptas que los resultados serán progresivos, no inmediatos.

En estos casos, el PRP puede ser una pieza muy útil dentro de un plan de rejuvenecimiento global.

7.2. Casos en los que otro tratamiento puede ser mejor

En cambio, es probable que otro tratamiento sea más apropiado, eventualmente combinado o no con PRP, si:

– Tu principal problema son arrugas dinámicas marcadas (frente, entrecejo, patas de gallo). Ahí la toxina botulínica es el estándar.
– Tienes surcos profundos o pérdida importante de volumen. En esos casos, los rellenos dérmicos específicos funcionan mejor.
– Presentas flacidez facial severa con exceso de piel; ahí hablamos más bien de cirugía o tratamientos de mayor potencia.

Un día llegó una paciente y me dijo: “Doctora, quiero que con el plasma me quede la cara igual que cuando tenía 25”. Tenía 58, fotodaño importante y flacidez marcada.

En esa consulta fue clave explicarle que el plasma rico en plaquetas podía ayudar con la calidad de la piel, sí, pero no reemplazaba todos los otros tratamientos que su caso necesitaba. Al final armamos un plan combinado, realista, y ella misma agradeció que no le vendiéramos el plasma como la solución mágica a todo.

8. Expectativas realistas: lo que el PRP puede y no puede hacer

Para que el plasma rico en plaquetas sea una buena experiencia, hay que tomarle el peso a algo: es una herramienta, no un milagro.

Lo que sí puede aportar, con buena indicación y técnica correcta:

– Mejoría visible de la calidad de la piel (textura, luminosidad).
– Discreta a moderada mejoría de flacidez leve.
– Apoyo en protocolos de rejuvenecimiento global.
– Complemento útil en manejo de ciertas caídas capilares.

Lo que no debes esperar, aunque lo veas prometido en redes:

– Rejuvenecer 20 años de un día para otro.
– Borrar arrugas profundas como si fueran editadas en una foto.
– Sustituir todos los otros tratamientos de medicina estética.

Si quieres profundizar más en este tema, te recomiendo leer el contenido que tenemos en nuestro blog Al Box de medicina estética, donde explicamos con más detalle cómo armamos planes de tratamiento según cada tipo de piel y objetivo.

Y si te interesa ver resultados reales, videos de procedimientos y contenidos educativos cortos, te recomiendo visitar nuestro Instagram, donde compartimos casos y explicaciones prácticas de medicina estética.

9. Cómo tomamos la decisión contigo en Clínica EM

En Clínica EM nos importa que la decisión de hacer PRP sea informada y tranquila, no por moda ni porque “todas mis amigas se lo están haciendo”.

En la evaluación:

– Revisamos tu historia clínica completa.
– Analizamos en detalle tu piel y tus prioridades: qué te molesta, qué te gustaría mejorar y qué estás dispuesta a hacer (y a no hacer).
– Te explicamos, con palabras simples, qué se puede lograr con el plasma y qué no, incluyendo número de sesiones esperables y rangos de resultados probables.
– Si el PRP no es lo mejor para ti, lo decimos tal cual y proponemos alternativas.

Nuestra filosofía es ir a la segura, con tratamientos que tengan lógica médica y respaldo, y con expectativas bien alineadas desde el principio.

Cuando alguien nos pregunta qué es el plasma rico en plaquetas y cómo funciona realmente, nuestra respuesta siempre va en esta línea: es una herramienta valiosa de bioestimulación, basada en tu propia sangre, que puede mejorar la calidad de la piel de forma progresiva y natural, siempre que se use con criterio, buena técnica y dentro de un plan integral de cuidado.

Este artículo fue escrito por Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética y rejuvenecimiento facial.