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Tratamientos para el cuidado de la piel: guía práctica
- Por Clínica EM
Los tratamientos para el cuidado de la piel han cambiado radicalmente en los últimos años. Hoy, la medicina estética nos permite mejorar la textura, la hidratación y los signos de envejecimiento de forma segura y personalizada, sin necesidad de pasar por pabellón.
En Clínica EM trabajamos con un enfoque médico a toda prueba: evaluamos cada rostro, cada tipo de piel y cada objetivo estético antes de proponer un plan. No es llegar y “probar algo nuevo”; se trata de entender qué necesita tu piel hoy y cómo acompañarla en el tiempo.
En esta guía práctica te explico, en buen chileno y con base médica, cuáles son los principales tratamientos actuales, cuándo conviene usarlos y qué debes tener en cuenta para ir a la segura.
Qué entendemos hoy por un buen cuidado de la piel
Cuando hablamos de tratamientos para el cuidado de la piel no nos referimos solo a cremas o productos cosméticos. Hablamos de un conjunto de acciones:
– Hábitos diarios (fotoprotección, limpieza, hidratación).
– Tratamientos estéticos mínimamente invasivos.
– Controles regulares con especialistas.
El objetivo no es “cambiar tu cara”, sino mantener un rostro armónico, con rasgos respetados y una piel sana, luminosa y de aspecto descansado.
Piel sana vs. piel joven: no siempre es lo mismo
Muchas personas asocian los tratamientos para el cuidado de la piel solo con “quitar arrugas”. Ojo ahí: una piel puede verse relativamente lisa, pero estar deshidratada, opaca o con manchas.
En clínica vemos tres grandes objetivos que suelen combinarse:
1. Salud cutánea básica
– Mantener la barrera de la piel intacta.
– Evitar irritaciones crónicas y sensibilidad.
– Prevenir daño solar acumulado.
2. Calidad de piel
– Textura más uniforme.
– Poros menos visibles.
– Menos rojeces o manchas.
3. Envejecimiento visible
– Arrugas de expresión.
– Flacidez leve a moderada.
– Pérdida de volumen en ciertas zonas del rostro.
Según cómo combines estos factores, el doctor elegirá los tratamientos para el cuidado de la piel que hagan más sentido para ti.
Cómo elegir tu tratamiento sin perderte en tanta información
A veces me llegan pacientes diciéndome: “Doctora, vi en redes un tratamiento increíble y quiero ese mismo”. Y ahí partimos por la base: antes de decidir, necesitamos evaluar tu tipo de piel, tu historia clínica y tus expectativas.
Factores que siempre consideramos
Antes de recomendar tratamientos para el cuidado de la piel, en Clínica EM evaluamos:
– Tipo de piel: seca, mixta, grasa, sensible, con tendencia al acné, etc.
– Edad y fototipo: no es lo mismo tratar una piel muy clara y delgada de 25 años, que una piel más gruesa y resistente de 50.
– Uso de medicamentos: algunos fármacos pueden influir en la cicatrización o en la sensibilidad cutánea.
– Hábitos: exposición al sol, tabaquismo, uso (o no) de protector solar.
– Historial de procedimientos previos: para evitar sobretratar o generar resultados poco naturales.
Con todo eso, armamos un plan donde los tratamientos para el cuidado de la piel se ordenan por prioridad: qué conviene hacer primero, qué complementa y qué es mejor dejar para más adelante.
Principales tratamientos para mejorar la piel
A continuación te cuento, de forma general, cuáles son algunos de los tratamientos para el cuidado de la piel que usamos con más frecuencia en medicina estética moderna. No todos son para todas las personas, y no todos se realizan en una misma sesión.
Toxina botulínica: suavizar gestos sin cambiar tu expresión
La toxina botulínica es uno de los tratamientos para el cuidado de la piel más conocidos. Su función principal es relajar de forma controlada ciertos músculos faciales para:
– Suavizar líneas de expresión en frente, entrecejo y “patas de gallo”.
– Prevenir que esas líneas se “marquen” cada vez más con el tiempo.
– Dar un aspecto de rostro descansado.
No cambia tus rasgos, no “aumenta volumen”; actúa sobre el movimiento repetitivo que forma la arruga. Hecho de forma responsable, permite seguir gesticulando, pero con menos tensión.
Ácido hialurónico y hialuromodulación: apoyo de volumen y estructura
El ácido hialurónico es una sustancia presente naturalmente en la piel. Como parte de los tratamientos para el cuidado de la piel, lo usamos en forma de relleno inyectable para:
– Recuperar volumen perdido (pómulos, surcos, labios con criterio médico).
– Mejorar contornos (por ejemplo, mentón o línea mandibular).
– Hidratación profunda en algunas formulaciones específicas.
La hialuromodulación es un enfoque más estructural y sutil: en vez de “rellenar arrugas”, se trabaja en puntos estratégicos del rostro para devolver soporte y armonía. El resultado es más global y menos evidente “por zona”.
Mesoterapia facial: nutrición e hidratación desde dentro
La mesoterapia es uno de los tratamientos para el cuidado de la piel más versátiles. Se basa en microinyecciones superficiales de sustancias como:
– Vitaminas.
– Antioxidantes.
– Ácido hialurónico no reticulado (para hidratación).
Se suele indicar en piel opaca, con signos de fatiga, o en pacientes que quieren mejorar calidad de piel más que cambiar rasgos. Es un excelente complemento para personas que ya tienen una rutina cosmética, pero quieren un refuerzo médico.
Si quieres profundizar más en este tema, te recomiendo leer el contenido que tenemos en nuestro blog Al Box de medicina estética, especialmente el artículo Cómo saber si la mesoterapia es adecuada para tu tipo de piel.
Plasma rico en plaquetas (PRP) premium
El PRP utiliza componentes de tu propia sangre, concentrados y activados, y forma parte de los tratamientos para el cuidado de la piel orientados a:
– Mejorar textura y luminosidad.
– Favorecer la regeneración de la piel.
– Aportar un aspecto más vital en rostro, cuello y, en algunos casos, manos.
En Clínica EM trabajamos con protocolos controlados para asegurar calidad del proceso, desde la toma de muestra hasta la aplicación.
Bioestimulación, luz y tensado: alternativas para flacidez leve
Cuando la preocupación principal es la flacidez leve o moderada, los tratamientos para el cuidado de la piel pueden incluir:
– Sistemas de luz o energía controlada para estimular colágeno de forma gradual.
– Hilos tensores en casos seleccionados, para dar soporte en ciertas áreas.
– Protocolos combinados con inyectables que mejoran la calidad de tejidos.
La indicación depende mucho de la forma del rostro, la edad biológica de la piel y el grado de flacidez. No es llegar y poner “algo que tensa”; la clave está en evaluar si esa piel realmente responde bien a estos estímulos.
Cómo es el paso a paso en una sesión típica
Para que te hagas una idea realista de cómo funcionan los tratamientos para el cuidado de la piel en un contexto clínico, te resumo el proceso general:
1. Evaluación inicial
– Se revisa tu historia clínica y expectativas.
– Se examina la piel en luz natural y, muchas veces, con luz focal.
– Se definen prioridades: qué tratar primero y qué es mejor dejar para otra etapa.
2. Plan de tratamiento personalizado
– Se conversa sobre las alternativas posibles, sus beneficios y sus límites.
– Se explican riesgos, posibles efectos secundarios y cuidados posteriores.
– Se acuerda un calendario de sesiones, cuando corresponde.
3. Procedimiento en el box
– Limpieza de la zona.
– Marcación, si es necesario (por ejemplo, para toxina botulínica o rellenos).
– Aplicación con agujas finas o cánulas, según el tratamiento.
– Revisión final y entrega de indicaciones por escrito.
4. Controles y seguimiento
– En muchos tratamientos para el cuidado de la piel, hacemos control para ajustar dosis o plan.
– Se va registrando la respuesta de tu piel a lo largo del tiempo.
Un día llegó una paciente y me dijo: “Doctora, vine por una sola arruga que me molesta y me quiero hacer de todo al tiro”. Al evaluarla, vimos que lo más importante no era esa arruga puntual, sino la deshidratación y el daño solar acumulado. Partimos con un plan de hidratación profunda y protección solar seria, y recién después incorporamos otros tratamientos. Al final, ella misma se sorprendió porque mejoró “en cosa de nada” con pasos mucho más simples de lo que pensaba.
Cuidados básicos que nunca pueden faltar
Por muy avanzados que sean los tratamientos para el cuidado de la piel, si la rutina diaria está al debe, los resultados van a ser menos visibles y menos duraderos.
Protector solar: el tratamiento silencioso más potente
La exposición crónica al sol es responsable de una parte importante del envejecimiento cutáneo visible. Por eso, todo plan de tratamientos para el cuidado de la piel debe ir acompañado de:
– Fotoprotector de amplio espectro, todos los días.
– Reaplicación si estás muchas horas expuesta.
– Evitar sol directo en horas de máxima radiación.
En buen chileno: si no usas protector, cualquier tratamiento que te hagas va a “trabajar contra la corriente”.
Hidratación y limpieza: lo mínimo indispensable
En el día a día, sugerimos:
– Limpieza suave, mañana y noche, sin jabones demasiado agresivos.
– Crema hidratante adaptada a tu tipo de piel (seca, mixta, grasa, sensible).
– Ajustar productos si estás en medio de tratamientos para el cuidado de la piel que puedan resecar más (por ejemplo, algunos manejos de acné).
No necesitas una rutina con diez pasos. Lo importante es que sea coherente con lo que tu piel necesita y con los tratamientos médicos que estás recibiendo.
Riesgos, efectos secundarios y expectativas realistas
Todos los tratamientos para el cuidado de la piel con base médica pueden tener efectos secundarios, aunque se realicen con la mejor técnica y en una clínica seria.
Entre los más frecuentes, dependiendo del tipo de tratamiento, están:
– Enrojecimiento transitorio.
– Pequeños hematomas en zonas de punción.
– Sensación de tirantez o leve inflamación inicial.
Menos frecuente, pero posible:
– Reacciones alérgicas.
– Asimetrías temporales.
– Necesidad de ajustes en controles posteriores.
Por eso es clave:
– Ser muy honesto en la evaluación (medicamentos, enfermedades, alergias).
– Seguir las indicaciones post tratamiento al pie de la letra.
– Entender que los tratamientos para el cuidado de la piel buscan mejorar, no “perfeccionar” la realidad.
En varios procedimientos, los resultados son graduales y se ven mejor después de algunas semanas, cuando el tejido se adapta o se regenera.
¿Cuánto duran los resultados?
La duración de los efectos de los tratamientos para el cuidado de la piel depende de:
– El tipo de tratamiento (toxina, ácido hialurónico, mesoterapia, PRP, etc.).
– Tu edad biológica y estilo de vida.
– Si cuidas o no la piel después (sol, tabaco, desvelo frecuente).
A modo general:
– Toxina botulínica: suele requerir mantención cada ciertos meses.
– Rellenos con ácido hialurónico: en promedio, duran varios meses, a veces más, según zona y producto.
– Mesoterapia y PRP: se trabajan en protocolos y, luego, en sesiones de mantención pautadas.
Lo importante es entender que los tratamientos para el cuidado de la piel se integran en un plan a mediano plazo, no como “parches” aislados cada muchos años.
En qué casos no recomendamos ciertos tratamientos, aunque el paciente insista
Hay situaciones donde, aun cuando una persona venga pidiendo un tratamiento específico, preferimos no realizarlo. Algunos ejemplos:
– Piel muy irritada o en brote activo (acné inflamatorio severo, dermatitis no controlada).
– Embarazo y lactancia, en algunos procedimientos.
– Expectativas irreales (“quiero borrar todo signo de edad”, “no quiero que se note que hice nada, pero quiero un cambio extremo”).
– Historial de reacciones adversas graves a ciertos productos.
En esos casos, nuestra responsabilidad es explicar por qué determinados tratamientos para el cuidado de la piel no son adecuados en ese momento y ofrecer alternativas más seguras o esperar a que las condiciones cambien.
Cómo usar giftcards y redes sociales a tu favor
Muchas personas llegan con una giftcard recibida como regalo y preguntan cómo aprovecharla mejor. La giftcard permite regalar cualquier tratamiento y siempre incluye una evaluación con un especialista de Clínica EM. Ahí revisamos, juntos, cuáles son los tratamientos para el cuidado de la piel que más te convienen según tu caso, en vez de ir directo a lo más “de moda”.
Si te interesa ver resultados reales, videos de procedimientos y contenidos educativos cortos, te recomiendo visitar nuestro Instagram, donde compartimos casos y explicaciones prácticas de medicina estética. Es una buena forma de entender, de antemano, cómo funcionan varios tratamientos para el cuidado de la piel y qué puedes esperar de ellos.
Dar el vamos a un plan de cuidado integral
Cuando pensamos en tratamientos para el cuidado de la piel, no se trata solo de escoger una técnica aislada, sino de diseñar un plan coherente con:
– Tu historia de piel.
– Tu forma de envejecer.
– Tus tiempos y tu estilo de vida.
En Clínica EM ponemos el foco en evaluarte de tomo y lomo, explicarte las alternativas con honestidad y acompañarte en el proceso. Así puedes sacar cuentas alegres con resultados progresivos, seguros y acordes a tu identidad.
Si sientes que ya es momento de tomarte en serio el cuidado facial y corporal, el primer paso es una buena evaluación. Desde ahí, los tratamientos para el cuidado de la piel pasan de ser algo confuso que ves en redes, a un plan claro, realista y pensado especialmente para ti.
Este artículo fue escrito por Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética y rejuvenecimiento facial.
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