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Hilos tensores 7 claves en una guía completa
- Por Clínica EM
Los hilos tensores son uno de los tratamientos más pedidos cuando una persona busca un efecto lifting sin pasar por pabellón. En Clínica EM los usamos como una herramienta muy útil para tensar, reposicionar y mejorar la calidad de la piel en pacientes seleccionados, siempre con un enfoque profesional y realista.
Qué son los hilos tensores en buen chileno
Cuando hablamos de hilos tensores nos referimos a suturas muy finas, reabsorbibles y biocompatibles que se colocan bajo la piel para generar dos grandes efectos:
– Un efecto de tracción o reposicionamiento de los tejidos que se han caído con el tiempo.
– Una estimulación de colágeno que mejora la firmeza y textura de la piel.
No es cirugía, pero tampoco es “magia”. Los resultados dependen mucho del grado de flacidez, del tipo de piel y de si combinamos los hilos tensores con otros tratamientos médicos complementarios.
Su material más habitual es la polidioxanona (PDO), que es una sutura segura y utilizada hace años en cirugía. El cuerpo la va degradando en forma progresiva, mientras deja como “herencia” una red de colágeno propio.
Cómo funcionan los hilos tensores a nivel de piel
La lógica de los hilos tensores es relativamente simple, pero lo que marca la diferencia es la técnica:
1. Colocación en la capa correcta
Los hilos se introducen generalmente en el plano subdérmico, es decir, bajo la piel pero sin llegar al músculo.
Ahí se anclan y generan una especie de sostén interno.
2. Efecto mecánico inmediato
Los hilos tensores que tienen espículas o “ganchitos” se traban en el tejido y permiten hacer un ligero lifting del área tratada.
Ese efecto se nota inmediatamente después del procedimiento, aunque los primeros días puede verse un poco más intenso por la inflamación.
3. Efecto biológico progresivo
En las semanas siguientes, el propio organismo reconoce el hilo como un estímulo y comienza a formar colágeno tipo I a su alrededor.
Esta nueva red de fibras es la que aporta firmeza extra a mediano plazo, incluso cuando el material del hilo ya se ha reabsorbido.
4. Reabsorción controlada
Dependiendo del tipo de hilos tensores, el tiempo de degradación va cambiando, pero en promedio hablamos de varios meses.
Lo importante es que el tejido no “se cae” al desaparecer el hilo; queda sostenido por el colágeno que se generó.
Tipos de hilos tensores que se usan en medicina estética
En la práctica, agrupamos los hilos tensores en dos grandes familias, según su función principal:
Hilos de tracción (espiculados)
Son los hilos tensores que tienen pequeñas espículas o “ganchitos” a lo largo de su longitud.
– Se colocan siguiendo vectores específicos, por ejemplo, desde la zona cercana al pómulo hacia la parte lateral del rostro.
– Las espículas se anclan en la grasa y en los tejidos profundos, lo que permite elevar suavemente mejillas, óvalo facial o cejas, según el diseño.
Este tipo de hilos tensores se elige cuando el objetivo principal es reposicionar estructuras que han descendido y marcar un efecto lifting más evidente, siempre dentro de lo que permite un tratamiento mínimamente invasivo.
Hilos monofilamento (bioestimuladores)
Los hilos monofilamento son hilos tensores lisos, sin espículas, cuyo rol no es traccionar sino bioestimular la piel.
– Se colocan en mayor cantidad, formando mallas o entramados según la zona.
– Su gran objetivo es aumentar la producción de colágeno, mejorar la firmeza y la calidad de la piel.
Son una excelente alternativa cuando la preocupación principal es la flacidez leve o moderada, el aspecto cansado o la pérdida de densidad de la piel, más que la caída marcada de los tejidos.
En muchos casos combinamos ambos tipos de hilos tensores: unos para levantar y otros para fortalecer la piel que sostiene ese lifting.
En qué zonas se pueden usar hilos tensores
En rostro y cuello los hilos tensores son especialmente útiles en:
– Mejillas que han perdido firmeza.
– Óvalo facial poco definido.
– Contorno mandibular con inicio de “papada blanda”.
– Cejas caídas o mirada cansada (en pacientes seleccionados).
– Flacidez suave de cuello.
– Algunas áreas de arrugas finas donde la piel está muy delgada.
En ciertas situaciones también podemos usar hilos tensores en zonas corporales pequeñas con flacidez localizada, pero siempre evaluando caso a caso y sin prometer cambios exagerados.
Cuándo están indicados los hilos tensores y cuándo no
Los hilos tensores no son para todos. Aquí es donde “tomarle el peso” al diagnóstico marca la diferencia.
Buenos candidatos a hilos tensores
En general, consideramos los hilos tensores en pacientes que:
– Tienen flacidez leve a moderada, pero sin exceso marcado de piel.
– Buscan mejorar el óvalo facial, pómulos o cejas, pero no quieren o no pueden operarse.
– Están dispuestos a aceptar resultados naturales y graduales, no cambios extremos.
– Tienen expectativas realistas y entienden que los hilos tensores no reemplazan un lifting quirúrgico cuando la flacidez es muy avanzada.
También son una buena herramienta en personas que han adelgazado de forma importante y quedaron con algo de flojedad en cara o cuello, pero sin piel sobrante.
Casos en que preferimos no usar hilos tensores
Aunque un paciente los pida, hay situaciones en las que no recomendamos hilos tensores:
– Flacidez severa con piel muy excedente, donde lo que realmente se necesita es una cirugía.
– Piel muy fina y debilitada que no soporta bien la tracción de hilos tensores espiculados.
– Expectativas irreales, por ejemplo, “quiero quedar como si me hubiera hecho un lifting completo, pero sin cirugía ni reposo”.
– Pacientes con infecciones activas en la zona a tratar o problemas de cicatrización importantes.
– Personas que no pueden cumplir con los cuidados básicos posteriores de los hilos tensores.
En esos casos, es mejor ser honestos, buscar otras alternativas o plantear un tratamiento escalonado. En buen chileno, no es llegar y colocar hilos tensores a todos.
Cómo es el procedimiento con hilos tensores paso a paso
Para que sepas qué esperar, así es, en términos generales, una sesión de hilos tensores en un contexto profesional serio:
1. Evaluación clínica
Revisamos historia médica, medicamentos, alergias, hábitos y, lo más importante, analizamos el rostro en reposo y en movimiento.
Definimos si los hilos tensores son la mejor opción o si necesitamos combinar con otros tratamientos como toxina, bioestimuladores u otros.
2. Marcación y planificación
Diseñamos los vectores donde irán los hilos tensores.
Aquí se define cuántos hilos usar, en qué plano y con qué objetivo (tracción, bioestimulación o ambos).
3. Asepsia y anestesia local
Limpiamos y desinfectamos la piel.
Utilizamos anestesia local en los puntos de entrada o a lo largo del trayecto, de modo que la colocación de hilos tensores sea lo más confortable posible.
4. Colocación de los hilos
Los hilos tensores vienen montados en agujas finas o cánulas romas.
Se introducen siguiendo la marcación previa y, en el caso de los hilos espiculados, se realiza luego una maniobra suave de tracción para lograr el efecto lifting buscado.
5. Revisión final y recomendaciones
Confirmamos la simetría, revisamos la piel y damos todas las indicaciones de cuidados posteriores.
El paciente se va a casa el mismo día, sin necesidad de hospitalización.
La duración total del procedimiento con hilos tensores suele ser corta: alrededor de 30 a 60 minutos, dependiendo de la complejidad del caso.
Cómo se sienten los hilos tensores después del procedimiento
Los primeros días con hilos tensores pueden traer varias sensaciones normales:
– Molestia al gesticular o al masticar, que va bajando en cosa de nada.
– Sensación de tirantez o “jaloneo” en la zona donde se colocaron los hilos tensores.
– Pequeños moretones o hinchazón localizada.
– A veces se palpa alguna irregularidad leve que se va suavizando a medida que baja la inflamación.
En el box, lo que más me preguntan después de colocar hilos tensores es: “Doctora, ¿esto se nota mucho? ¿Voy a poder pasar piola en el trabajo?”.
La respuesta es que, en la mayoría de los casos, los signos visibles son moderados y se pueden manejar con maquillaje después de algunos días, pero siempre les digo que se reserven uno o dos días tranquilos, sin eventos importantes.
Cuidados posteriores para proteger el resultado de los hilos tensores
Los cuidados post procedimiento ayudan a que los hilos tensores se integren bien y que el resultado sea a toda prueba dentro de lo razonable:
– No tocar ni masajear la zona al menos por 24–48 horas.
– Evitar dormir boca abajo; idealmente dormir boca arriba los primeros días.
– No hacer actividad física intensa por 5–7 días, sobre todo si colocamos varios hilos tensores de tracción.
– Evitar gestos muy exagerados (por ejemplo, reírse a carcajadas o abrir demasiado la boca) los primeros días.
– No exponerse a calor intenso en la cara (sauna, baños de vapor, calor directo) en la primera semana.
– Seguir al pie de la letra las indicaciones médicas y asistir al control.
Ojo ahí: pequeños tirones o molestias con ciertos movimientos son esperables después de hilos tensores, pero dolor intenso, fiebre o inflamación marcada no lo son. En esos casos se debe avisar al tiro al equipo médico.
Resultados y duración de los hilos tensores
Con hilos tensores es importante ser realistas:
– El efecto inmediato se ve al salir del procedimiento, aunque los primeros días puede haber algo de asimetría temporal por la inflamación.
– El resultado más estable se aprecia entre la cuarta y la octava semana, cuando ya se empezó a formar colágeno y el tejido se acomodó.
– La duración promedio del efecto de los hilos tensores suele estar alrededor de 8 a 12 meses, dependiendo del tipo de hilo, la zona y el estilo de vida del paciente.
En algunas personas, el efecto de mejoría de la calidad de la piel se mantiene un poco más allá del tiempo de vida del hilo, gracias al colágeno propio que se generó.
Hay que recalcar que no se trata de un resultado definitivo. Los hilos tensores no detienen el envejecimiento, pero pueden mejorarlo y, en muchos casos, retrasar la necesidad de otras intervenciones más invasivas.
Riesgos y posibles efectos secundarios de los hilos tensores
Como todo procedimiento médico, los hilos tensores tienen riesgos. La idea no es asustar, sino informar de forma honesta:
– Moretones y edema: muy frecuentes, generalmente leves y transitorios.
– Irregularidades o pequeños “pliegues” iniciales: se suavizan con el tiempo; en algunos casos requerimos pequeños ajustes.
– Asimetrías: muchas veces son pasajeras, pero en algunos casos podemos requerir correcciones adicionales.
– Infección: poco frecuente si se hace en un entorno adecuado, con técnica estéril y con hilos tensores de calidad.
– Sensación de hilo palpable o visible en piel muy fina: por eso es clave una correcta selección del paciente y del tipo de hilo.
En manos expertas, los hilos tensores son un tratamiento seguro y efectivo, pero nunca libre de riesgos. Por eso evitamos trivializarlos como “hilos mágicos” o algo que cualquiera pueda hacer.
Casos reales y expectativas con hilos tensores
Me acuerdo un día que vino una paciente y me dijo:
“Doctora, vi en redes sociales unos hilos tensores que dejan la cara tirante al tiro, como filtro de Instagram, y quiero exactamente eso”.
Al evaluarla, tenía una flacidez importante, pérdida de volumen y piel muy laxa. En su caso, unos pocos hilos tensores no iban a lograr el resultado que ella imaginaba, y decirle que sí solo para “salir del paso” habría sido irresponsable.
Lo que hicimos fue explicarle con calma qué podían hacer realmente los hilos tensores en su caso, qué no, y qué combinaciones de tratamientos podían darle un cambio más armonioso.
Al final, decidimos partir con bioestimuladores y toxina, y dejar los hilos tensores como una etapa posterior, una vez mejorada la calidad de la piel.
La enseñanza es clara: con hilos tensores es mejor un planteamiento honesto y escalonado que prometer cambios imposibles.
Cómo se combinan los hilos tensores con otros tratamientos
En Clínica EM entendemos los hilos tensores como una herramienta más dentro de un plan global de rejuvenecimiento facial, no como la única estrella.
– Con toxina botulínica, los hilos tensores se complementan muy bien para tratar, por un lado, las arrugas dinámicas, y por otro, la flacidez y el reposicionamiento de tejidos.
– Con rellenos o bioestimuladores, los hilos tensores se benefician de un mejor soporte profundo y de una piel más firme, lo que hace que el resultado se vea más natural y equilibrado.
– En el contexto de armonización facial, los hilos tensores pueden ayudar a definir contornos una vez que los volúmenes principales ya están bien planteados.
Si quieres profundizar más en este tema, te recomiendo leer el contenido que tenemos en nuestro blog Al Box de medicina estética, en el artículo Perfilado de nariz 5 claves en guía completa, donde explicamos con detalle cómo abordamos un tratamiento de manera integral.
Qué preguntar antes de decidirte por hilos tensores
Si estás evaluando hacerte hilos tensores, hay algunas preguntas que vale la pena hacer en tu consulta de evaluación:
– ¿Soy realmente candidata/o a hilos tensores o hay algo que me convenga más?
– ¿Qué tipo de hilos tensores usarían en mi caso y por qué?
– ¿Qué resultado realista puedo esperar y en cuánto tiempo?
– ¿Cuánto durarán aproximadamente los efectos en mi situación específica?
– ¿Qué riesgos o efectos secundarios son más probables en mi tipo de piel?
– ¿Qué cuidados tendré que seguir y por cuánto tiempo?
Ojo: si en una consulta no te explican bien estos puntos, si te prometen que los hilos tensores son “definitivos” o sin riesgos, o si te presionan a decidir al tiro, es buena idea buscar una segunda opinión.
Hilos tensores y redes sociales: cómo no confundirse
Hoy es muy común que los pacientes lleguen al box con videos de hilos tensores que vieron en TikTok o en Reels.
Muchos de esos contenidos muestran solo el “antes y después inmediato”, con filtros o ciertos ángulos que realzan el cambio.
Para no perderse en ese mar de información:
– Recuerda que cada rostro es distinto y responde diferente a los hilos tensores.
– Los cambios reales son más sutiles de lo que se ve en algunos videos.
– Los resultados definitivos se evalúan semanas después, no al minuto de terminar el procedimiento.
Si te interesa ver resultados reales, videos de procedimientos y contenidos educativos cortos, te recomiendo visitar nuestro Instagram, donde compartimos casos y explicaciones prácticas de medicina estética.
Por qué un buen diagnóstico es clave con hilos tensores
En resumen, los hilos tensores son una herramienta muy valiosa cuando:
– Se indican en el paciente correcto.
– Se elige adecuadamente el tipo y la cantidad de hilos tensores.
– Se respetan la anatomía y los vectores naturales del rostro.
– Se integran en un plan global de rejuvenecimiento, no como “solución única”.
Como equipo médico, nuestro rol es acompañarte con información clara, sin prometer milagros, y ayudarte a decidir si los hilos tensores son el paso correcto para ti en este momento o si hay algo que te convenga más.
Si sientes que tu cara se ve cansada, que la piel empezó a aflojar y quieres explorar alternativas a la cirugía, los hilos tensores pueden ser una opción muy útil y segura cuando se usan con criterio y experiencia.
Este artículo fue escrito por Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética y rejuvenecimiento facial.
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