Mesoterapia: riesgos posibles y cómo evitarlos con seguridad

Cuando alguien nos pregunta por tratamientos inyectables para mejorar la piel o reducir grasa localizada, la mesoterapia suele aparecer al tiro en la conversación. Y junto con el interés viene la duda sobre la Mesoterapia de ¿cuáles son losriesgos posibles y cómo evitarlos con seguridad? esto literalmente, es uno de los temas que más revisamos en box, porque detrás de un procedimiento que parece “simple”, hay varios detalles que hay que tomarse en serio.

En Clínica EM vemos a diario pacientes que han escuchado de la mesoterapia por amigas, redes sociales o promociones, pero que no siempre conocen bien los riesgos reales ni qué hacer para reducirlos al mínimo. En este artículo te cuento, en buen chileno y desde la experiencia clínica, qué puede salir mal, qué es normal y qué se puede prevenir si se hace con criterio médico.

Primero lo primero: ¿qué es realmente la mesoterapia?

La mesoterapia es una técnica médica en la que inyectamos pequeñas cantidades de sustancias (llamadas “cócteles” o “mesocócteles”) en la capa media de la piel o en el tejido subcutáneo.

Dependiendo del objetivo, podemos usar:

– Vitaminas y antioxidantes.
– Ácido hialurónico no reticulado (de hidratación).
– Aminoácidos y minerales.
– Péptidos.
– En algunos casos, sustancias lipolíticas o drenantes para grasa localizada y celulitis.

La idea es estimular, hidratar o modular ciertos procesos de la piel o del tejido graso de forma localizada.

¿Para qué indicamos mesoterapia en la práctica?

En Clínica EM la usamos, en casos seleccionados, para:

– Mejorar textura y luminosidad de la piel.
– Apoyar tratamientos de flacidez leve en cara y cuello.
– Favorecer la hidratación cutánea en pacientes con piel muy apagada o “cansada”.

Siempre como parte de un plan integral, nunca como la solución mágica única. Y, ojo, no todos los pacientes son buenos candidatos.

Pacientes ideales y pacientes en que preferimos NO hacerla

Para hablar de mesoterapia y analizar sus riesgos posibles y cómo evitarlos con seguridad, es crucial entender a quién sí y a quién no le conviene.

Casos en que suele ser una buena opción

– Personas con piel apagada, deshidratada o con fotoenvejecimiento leve a moderado.
– Pacientes que desean mejoras sutiles y progresivas, no cambios radicales.
– Personas con hábitos relativamente ordenados (hidratación, alimentación, algo de ejercicio).
– Pacientes dispuestos a cumplir cuidados posteriores y seguir indicaciones.

Casos en que preferimos no recomendarla (aunque el paciente insista)

– Embarazo y lactancia temprana.
– Enfermedades autoinmunes activas sin control reumatológico.
– Antecedentes de alergias severas o anafilaxia a medicamentos inyectables.
– Infecciones activas en la piel de la zona (acné inflamado, heridas, dermatitis intensa).
– Pacientes anticoagulados o con trastornos severos de coagulación.
– Pacientes que no están dispuestos a suspender alcohol, sauna o ejercicio intenso en los días indicados, porque aumentan riesgos de moretones e inflamación.

En buen chileno: no es llegar y pinchar. Si el doctor no te pregunta tu historia clínica completa, medicamentos y alergias, algo está al debe.

¿Cómo es una sesión paso a paso cuando se hace bien?

Te cuento cómo lo hacemos habitualmente en Clínica EM para que puedas comparar y “medir” la seriedad del lugar donde piensas tratarte.

1. Evaluación y diagnóstico

Antes de dar el vamos, siempre:

– Revisamos tu historia clínica completa.
– Evaluamos tu piel en persona, con buena luz.
– Definimos si la mesoterapia es el tratamiento adecuado o si hay alternativas mejores para tu caso.

Si alguien te ofrece un “pack de mesoterapia” sin haber hecho esto primero, ojo, porque ahí se pierden varias barreras de seguridad.

2. Explicación del plan y consentimiento informado

Te explicamos:

– Qué sustancias se van a inyectar y por qué.
– Cuántas sesiones podrían ser necesarias.
– Riesgos posibles y qué es esperable después de cada sesión.
– Qué cosas debes evitar antes y después.

Luego firmamos un consentimiento informado claro, sin letra chica.

3. Preparación de la piel

– Limpieza profunda de la zona.
– Desinfección rigurosa.

Aquí la higiene y la técnica aséptica son de cajón para reducir riesgos de infecciones.

4. Inyección del “cóctel” de mesoterapia

Usamos agujas muy finas o dispositivos específicos como microneedling, haciendo múltiples microinyecciones superficiales o ligeramente profundas, según el objetivo.

Puede molestar un poco, pero en general es tolerable. El procedimiento suele durar entre 15 y 30 minutos, dependiendo del área.

5. Cuidados inmediatos y recomendaciones

Terminada la sesión:

– Desinfectamos de nuevo.
– Aplicamos frío local suave si es necesario.
– Te entregamos instrucciones por escrito: qué hacer y qué no hacer las siguientes 24–72 horas.

Ese es el estándar mínimo para hablar de un tratamiento serio y lo más seguro posible.

Los riesgos más frecuentes (y cómo los prevenimos en la práctica)

Aquí vamos al fondo del tema mesoterapia y sus riesgos posibles y cómo evitarlos con seguridad.

No todos los riesgos son graves, pero sí es importante conocerlos para que no te lleves sorpresas ni minimices señales de alarma.

1. Moretones (hematomas) y pequeños sangrados

Qué son:
Son el efecto secundario más común. Se producen porque, al pinchar muchas veces, se pueden romper pequeños vasos sanguíneos.

Cómo se manifiestan:
– Manchas moradas en la zona tratada.
– Sensibilidad leve al tacto.

Cómo los evitamos o reducimos:

– Evaluando medicamentos que uses (aspirina, ibuprofeno, anticoagulantes, suplementos como omega 3, vitamina E, ginkgo, etc.).
– Recomendando suspender, cuando es posible y seguro, algunos fármacos o suplementos que aumentan la tendencia a moretones (siempre coordinado con el médico tratante en caso de enfermedades de base).
– Usando agujas o microneedling adecuados, técnica delicada y sin apurar el proceso.
– Aplicando frío suave después del procedimiento.

Qué puedes hacer tú:

– Evitar alcohol, aspirina, antiinflamatorios y suplementos que aumentan el riesgo de hematomas (siempre con aprobación médica) unos días antes.
– No masajear la zona fuerte ni hacer ejercicio intenso las primeras 24–48 horas.

En la mayoría de los casos, estos moretones pasan piola en pocos días.

2. Dolor, ardor o sensación de presión

Qué es normal:

– Molestia leve al inyectar.
– Sensación de hinchazón o ardor suave en las horas siguientes.

Cómo lo reducimos:

– Inyección lenta y cuidadosa, o deslizamiento de microneedling cuidadosamente.
– Uso de agujas finas, bien afiladas o microneedlings desechables, nunca reutilizadas.

Cuándo preocuparse:

– Dolor muy intenso, que no mejora con frío local.
– Dolor que se acompaña de enrojecimiento, calor y aumento de volumen importante.

Eso podría sugerir inflamación importante o infección, y ahí hay que consultar al tiro.

3. Reacciones alérgicas o de hipersensibilidad

Riesgo real pero poco frecuente.

Cómo se presentan:

– Enrojecimiento marcado.
– Picazón intensa.
– Hinchazón que se sale de lo esperable.
– Muy raramente, síntomas generales como dificultad para respirar o mareo.

Cómo las prevenimos:

– Historial detallado de alergias previas.
– Evitando cócteles de mesoterapia de origen dudoso o sin trazabilidad.
– Usando productos autorizados, de laboratorios serios, con ficha técnica clara.

Qué debes observar:

Si en las horas posteriores sientes que algo “no cuadra” picazón insoportable, inflamación que avanza, malestar general, no es momento de esperar a ver qué pasa: hay que evaluarlo de inmediato por un doctor.

4. Infecciones locales

Este es uno de los riesgos que más nos preocupa como médicos, porque, aunque poco frecuente, puede ser serio.

Cómo se manifiesta:

– Enrojecimiento que aumenta con las horas.
– Dolor que empeora, no mejora.
– Calor local, hinchazón marcada.
– A veces salida de secreción.

Cómo evitamos este riesgo a toda prueba:

– Estricto protocolo de asepsia.
– Material estéril y desechable.
– No reutilizar agujas ni jeringas.
– Lavado de manos correcto, uso de guantes y desinfección adecuada de la piel.
– No tocar la zona con manos sucias después del tratamiento.

Qué puedes hacer tú para ayudar:

– No aplicar cremas, maquillajes ni productos no indicados las primeras 24 horas.
– No ir a piscina, jacuzzi, sauna ni lugares con mucha humedad esa misma jornada.
– Evitar manipular las pápulas o “granitos” que quedan tras el tratamiento.

Si a pesar de todo aparece una infección, mientras antes se trate, mejor será la evolución.

5. Nódulos, irregularidades o endurecimiento local

Qué puede pasar:

– Aparición de pequeños bultitos o áreas un poco más duras en la piel.
– Sensación de relieve irregular después del tratamiento.

Muchas veces son transitorios y se relacionan con:

– El propio volumen inyectado.
– La inflamación local.
– La distribución desigual del producto.

Cómo lo reducimos:

– Dosificación adecuada, sin “pasarse” con el volumen.
– Técnica que distribuya bien el producto.
– Elección correcta del tipo de sustancia según la zona y el objetivo.

Qué hacer si te ocurre:

– Consultar al equipo tratante; muchas veces se resuelve con masajes suaves supervisados o simplemente con el paso de los días.
– No automasajear fuerte ni aplicar calor intenso sin indicación, porque puede empeorar la inflamación.

Otros riesgos menos frecuentes pero importantes

Cambios en la piel: manchas o hiperpigmentación

– Pueden ocurrir si hay inflamación importante o si te expones al sol sin protección luego del procedimiento.
– Por eso siempre recomendamos uso estricto de bloqueador y evitar sol directo los primeros días.

Resultados poco naturales o decepcionantes

No es un “riesgo médico” en el sentido clásico, pero sí un riesgo emocional y económico.

Puede pasar cuando:
– No se evalúa bien tu punto de partida.
– Se usa la mesoterapia como reemplazo de otros tratamientos que serían más adecuados (como bioestimuladores, rellenos o lifting no quirúrgico).

Ahí es cuando el paciente, en buen chileno, no saca cuentas alegres con la inversión realizada.

Cómo elegir un lugar realmente seguro para tu mesoterapia

Para que Mesoterapia: riesgos posibles y cómo evitarlos con seguridad no quede solo en teoría, tienes que fijarte en cosas muy concretas antes de agendar.

Señales de alerta que vemos con frecuencia

En el box algunos pacientes me cuentan cosas como: “Doctora, me hice mesoterapia en un lugar que era como un spa, no había médico, solo me dijeron que era ‘natural’ y que no tenía contraindicaciones”.

Ojo con eso. Lo “natural” no es sinónimo de “inofensivo”.

Ten ojo si:

– No te evalúa un doctor antes del tratamiento.
– No te explican qué están inyectando exactamente.
– No te muestran envases originales ni etiquetas legibles (idealmente en español o con ficha técnica clara).
– Te ofrecen “cócteles mágicos” sin respaldo científico.
– Te presionan con ofertas tipo “solo hoy” o packs muy baratos sin evaluación previa.
– El lugar se ve improvisado, sin estándares clínicos.

Qué sí deberías exigir

– Evaluación formal.
– Historia clínica completa.
– Explicación clara de los riesgos, no solo beneficios.
– Protocolos de higiene visibles y coherentes.
– Registro de lo que se te inyectó (marca, lote, fecha).
– Indicación de qué hacer si algo sale mal y números de contacto.

Cuidados antes y después: tu parte en la seguridad del tratamiento

La seguridad no depende solo del doctor. Tú también juegas un rol clave para que todo salga bien.

Antes de la mesoterapia

– Informa todos los medicamentos y suplementos que consumes.
– Comenta si has tenido reacciones alérgicas previas a inyectables.
– Evita alcohol en exceso las 24–48 horas previas.
– Consulta si debes suspender temporalmente algún fármaco (siempre con supervisión médica).

Después de la mesoterapia

– No te expongas al sol directo en la zona tratada al menos 48 horas.
– Usa bloqueador solar si es una zona expuesta.
– Evita maquillaje en la zona tratada las primeras 24 horas, si se trata de rostro.
– No hagas ejercicios muy intensos, sauna, jacuzzi o piscina el mismo día.
– No apliques cremas “caseras” ni productos irritantes.
– Consulta al tiro si notas dolor intenso, fiebre, secreción o inflamación que va en aumento.

En cosa de nada, estos cuidados simples marcan una gran diferencia en la reducción de riesgos.

¿Cuánto duran los resultados y cuándo no vale la pena insistir?

En la mayoría de los casos, los efectos de la mesoterapia son progresivos y acumulativos.

– En piel: se suele notar más hidratación y luminosidad luego de varias sesiones, y los resultados pueden mantenerse varios meses con buenos hábitos.

No es un tratamiento definitivo, y no reemplaza un estilo de vida saludable.

Cuándo preferimos decir “no” a seguir con mesoterapia

Aunque nos pidas seguir, en Clínica EM hay momentos en que recomendamos parar o cambiar de estrategia:

– Cuando después de un número razonable de sesiones los resultados son mínimos para tu caso.
– Si tu objetivo real es algo que la mesoterapia no puede lograr (por ejemplo, reposicionar tejidos caídos de forma importante, que requieren otras técnicas).
– Si presentas reacciones adversas recurrentes.
– Si no puedes cumplir los cuidados mínimos que el tratamiento exige.

En buen chileno, no es llegar y seguir pinchando solo porque “ya partimos”. A veces lo más honesto es cambiar de enfoque.

Lo que más nos preguntan en consulta sobre seguridad

A veces me llegan pacientes diciéndome: “Doctora, vi unas fotos en redes sociales, se ven resultados increíbles, pero me da susto que algo salga mal. ¿Qué tan seguro es esto realmente?”.

La respuesta honesta es:

– La mesoterapia puede ser un procedimiento seguro, siempre que:
– La indique un doctor capacitado.
– Se usen productos de calidad, con trazabilidad.
– Se respeten protocolos de higiene y cuidados.
– Se evalúe tu caso clínico con profundidad.

– Nunca es riesgo cero.
Como todo procedimiento médico, hay efectos secundarios posibles y, en casos aislados, complicaciones más serias.

Nuestro objetivo en Clínica EM no es solo hacer que el tratamiento funcione, sino también reducir al máximo los riesgos y manejar bien cualquier efecto adverso si llegara a aparecer.

Si quieres profundizar más en este tema, te recomiendo leer el contenido que tenemos en nuestro blog Al Box de medicina estética, donde explicamos con más detalle otros tratamientos y cómo tomarlos con criterio.

Y si te interesa ver resultados reales, videos de procedimientos y contenidos educativos cortos, te recomiendo visitar nuestro Instagram, donde compartimos casos y explicaciones prácticas de medicina estética.

Al final del día, cuando pienses en Mesoterapia: riesgos posibles y cómo evitarlos con seguridad, lo más importante es que no te quedes solo con la oferta o la promoción. Tómele el peso a tu salud, haz todas las preguntas que necesites y elige lugares donde no les incomode hablarte de riesgos, no solo de beneficios. Esa es la señal más clara de que quieren que vayas a la segura.

Este artículo fue escrito por Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética y rejuvenecimiento facial.