Plasma rico en plaquetas: resultados esperables en 7 puntos clave

Cuando una persona llega a Clínica EM y nos pregunta por plasma rico en plaquetas, casi siempre la duda de fondo es la misma: “Doctora, ¿qué resultados esperables puedo tener de verdad con este tratamiento?”.

En este artículo quiero contarte, con toda transparencia, qué puedes y qué no puedes esperar del plasma rico en plaquetas (PRP), basado en evidencia y en nuestra experiencia diaria en la clínica. La idea es que termines de leer y tengas claro, en buen chileno, si este tratamiento es para ti o no.

Qué es el PRP y por qué puede mejorar la piel

El PRP es un concentrado de tus propias plaquetas, obtenido a partir de una pequeña muestra de sangre.

Esas plaquetas son ricas en factores de crecimiento, que ayudan a:

– Estimular la producción de colágeno y elastina.
– Mejorar la microcirculación.
– Favorecer la reparación de tejidos.

En estética lo usamos principalmente para:

– Rejuvenecimiento facial (textura, luminosidad, firmeza).
– Cuello y escote.
– Manos.
– En algunos casos, cuero cabelludo para caída de cabello.

No es un relleno, no “infla” la cara ni reemplaza al ácido hialurónico. Es un bioestimulador que trabaja de forma más sutil, apostando a que tu propia piel haga el trabajo.

Cómo es, en la práctica, una sesión de PRP

Para que tomes el peso al procedimiento, te lo explico paso a paso:

1. Evaluación previa
Revisamos tu historia clínica, medicamentos, alergias, hábitos y tu objetivo estético. Acá definimos si realmente el PRP es la mejor opción o si hay que combinar o priorizar otros tratamientos.

2. Toma de sangre
Extraemos una pequeña cantidad de sangre, similar a un examen de laboratorio de rutina. No debiera doler más que eso.

3. Centrifugado y preparación del plasma
La sangre va a una centrífuga especial que separa los componentes. Obtenemos el plasma rico en plaquetas, que es lo que vamos a utilizar.

4. Aplicación en la zona a tratar
El PRP se infiltra mediante múltiples punciones superficiales (tipo mesoterapia) o con cánula, según la zona y la técnica.

5. Tiempo total y vuelta a tu rutina
En promedio, una sesión completa dura entre 20 y 30 minutos. Después, puedes retomar tu rutina casi al tiro, con algunos cuidados básicos.

Qué se puede tratar y qué NO con PRP

Indicaciones más habituales

En estética facial, los resultados esperables de un buen protocolo de PRP se dan especialmente en:

– Calidad de piel: textura más fina, poros menos notorios, piel que se ve “más sana”.
– Luminosidad: ese aspecto más “descansado” y parejo.
– Firmeza leve a moderada: sobre todo en pieles que empiezan a aflojarse pero sin flacidez severa.
– Cuello y escote: piel arrugada fina, daño solar crónico, aspecto “acartonado”.
– Manos: aspecto envejecido, piel muy delgada y opaca.

También se usa en otras áreas médicas (traumatología, medicina capilar, etc.), pero aquí nos centraremos en el uso estético.

Situaciones donde el PRP NO es lo ideal

Hay casos en los que, por más que el plasma rico en plaquetas esté de moda, los resultados esperables son pobres o derechamente no justifican el gasto:

– Surcos medios y profundos (ej. surco nasogeniano muy marcado): necesitan volumen, no solo bioestimulación.
– Flacidez severa en cuello, contorno mandibular o tercio inferior: muchas veces se requieren tecnologías de tensado, hilos u otros procedimientos.
– Arrugas muy profundas y dinámicas (entrecejo, frente): en general responden mejor a toxina botulínica.
– Pacientes con expectativas irreales de “lifting sin cirugía” solo con PRP: ojo ahí, porque el riesgo de frustración es alto.

En esos casos, podemos usar PRP como complemento, pero no como protagonista del plan.

Resultados esperables: qué cambios ver y en qué plazos

1. Cambios de corto plazo (primeras semanas)

En los primeros días, muchas personas notan:

– Piel un poco más turgente por el mismo líquido infiltrado.
– Ligero enrojecimiento o sensación de “piel activa”.

Ese efecto rápido puede ser agradable, pero no es el verdadero resultado del PRP, sino algo transitorio.

Entre la segunda y cuarta semana, lo que empezamos a ver (y que se va consolidando) es:

– Piel que se siente más hidratada.
– Leve mejora del brillo y de la uniformidad del tono.
– Textura algo más suave al tacto.

2. Resultados de mediano plazo (1 a 3 meses)

Acá es donde el PRP realmente muestra la parte más importante de sus resultados esperables:

– Aumento de luminosidad: la piel se ve más viva, menos “apagada”.
– Mejoría moderada de arrugas finas (especialmente mejillas, zona periocular, cuello y escote).
– Aspecto más “descansado”: pacientes que pasan de “cansada/do” a “más fresco” sin que los demás noten un cambio brusco.

En general, los cambios son graduales y naturales, lo que permite “pasar piola” sin que te pregunten si “te hiciste algo muy fuerte”.

3. Duración aproximada de los efectos

Con un protocolo bien hecho (por ejemplo 3 sesiones separadas por 3–4 semanas, y luego mantención), los efectos en calidad de piel pueden durar varios meses.

No es un resultado permanente, porque el envejecimiento y el daño ambiental continúan.

Muchos pacientes optan por:

– 1 protocolo intensivo inicial (3–4 sesiones).
– Luego 1–2 sesiones al año como mantención, según edad, hábitos y objetivo.

7 puntos clave y honestos sobre plasma rico en plaquetas: resultados esperables

1. No te va a cambiar la cara, pero sí puede mejorarla de forma notable y natural

En buen chileno: el PRP no es milagroso, pero sí es un buen aliado para mejorar calidad de piel.

No vas a salir de la clínica con la cara 10 años más joven de un día para otro. Lo que sí puedes notar es:

– Piel que se ve más sana y ordenada.
– Disminución leve a moderada de arrugas finas.
– Brillo más juvenil.

Si lo que buscas es un “antes y después dramático” al estilo redes sociales, probablemente tu tratamiento principal no debería ser el PRP, o habrá que combinarlo con otras herramientas.

2. Los resultados esperables dependen MUCHO de la indicación

En clínica vemos dos pacientes muy distintos:

– Paciente A: 38 años, piel con daño solar leve, arruguitas finas, empieza a notar que se ve “cansada”.
– Paciente B: 62 años, flacidez marcada, surcos profundos, arrugas estáticas intensas.

En la Paciente A, los resultados esperables con PRP suelen ser muy buenos, porque su problema principal es calidad de piel y envejecimiento inicial.

En la Paciente B, el PRP puede ayudar a que la piel esté mejor, pero no va a corregir la flacidez severa ni los surcos profundos. Si prometiéramos eso, te estaríamos mintiendo.

3. La técnica y la calidad del preparado importan, y mucho

No todos los PRP son iguales. Hay diferencias en:

– Método de obtención.
– Concentración de plaquetas.
– Protocolos de aplicación.

En Clínica EM usamos protocolos estandarizados y supervisados médicamente para asegurar que el producto que infiltramos sea realmente plasma rico en plaquetas, no un simple plasma pobre. Parece obvio, pero no siempre se respeta.

Ojo ahí: un PRP mal preparado o mal aplicado puede darte resultados mediocres y hacerte pensar que “el PRP no sirve”, cuando en realidad lo que falló fue la técnica.

4. El PRP no reemplaza el cuidado diario de tu piel

Me acuerdo un día que vino una paciente y me dijo:
“Doctora, quiero hacerme plasma rico en plaquetas para no tener que usar más cremas ni bloqueador, porque soy pésima para cuidarme”.

En ese caso fui bien clara: el PRP no es licencia para abandonar el cuidado diario. Si sigues fumando, no usas fotoprotector y duermes poco, por muy bueno que sea el tratamiento, los resultados esperables serán inferiores a lo que podrían ser.

El mejor escenario se da cuando:

– Haces PRP con buena indicación.
– Sigues una rutina razonable de cuidado, con protección solar.
– Mantienes hábitos saludables.

5. Los moretones y la inflamación leve son esperables

Justo después del procedimiento, es normal que presentes:

– Enrojecimiento en las zonas infiltradas.
– Hinchazón leve.
– Algún pequeño hematoma, sobre todo si tienes piel muy fina o tendencia a hacer moretones.

Esto puede durar desde unas horas hasta un par de días. Habitualmente “pasa piola” con un buen maquillaje al día siguiente, pero es importante que lo sepas y no te asustes.

6. No todos los pacientes son candidatos para PRP

Hay casos en los que preferimos no hacer PRP, aunque el paciente lo pida:

– Trastornos de coagulación no controlados.
– Pacientes con infecciones activas en la zona a tratar.
– Embarazo y lactancia, por un tema ético y de prudencia (aunque el producto sea autólogo).
– Uso de ciertos medicamentos que alteran la función plaquetaria (a evaluar caso a caso).

En estos escenarios, lo responsable es explicar de frente la situación y proponer alternativas o postergar el tratamiento.

7. Los mejores resultados se logran cuando se combina inteligentemente

Muchas veces, los resultados esperables más potentes no vienen del PRP solo, sino de combinarlo con otros procedimientos cuidadosamente seleccionados:

– Toxina botulínica para arrugas dinámicas.
– Rellenos con ácido hialurónico para volumen y contorno.
– Láseres o peelings para manchas y textura más compleja.
– Tecnologías de tensado para flacidez más marcada.

En el box, algunos pacientes me cuentan cosas como: “Doctora, quiero partir por algo suave, pero igual ojalá se note algo rico en la piel, sin verme operada”. En esos casos, el PRP como primera etapa, más un par de ajustes específicos, suele dejar a la persona muy conforme y con ganas de seguir cuidándose.

Cómo es el post tratamiento y qué cuidados necesitas

Después de una sesión de PRP recomendamos:

– No tocar ni frotar en exceso la zona infiltrada ese mismo día.
– Evitar sauna, piscinas y actividad física muy intensa las primeras 24 horas.
– No aplicar maquillaje pesado inmediatamente después del procedimiento (ideal esperar unas horas).
– Usar fotoprotección diaria, sí o sí.

Dolor intenso, enrojecimiento exagerado, calor local marcado o cualquier síntoma raro no son normales; en esos casos, hay que avisar al tiro al equipo médico para evaluar.

Errores frecuentes al pensar en PRP y cómo evitarlos

Esperar resultados imposibles en una sola sesión

Un error clásico es creer que con una sola sesión vas a tener todos los beneficios.

La mayoría de los protocolos efectivos se basan en varias sesiones, porque la bioestimulación es un proceso, no un “switch” instantáneo.

Si te ofrecen resultados “de otro mundo” solo con una sesión de PRP, en cosa de nada, desconfía. Lo serio es plantear un esquema realista.

Comparar el PRP con filtros de redes sociales

Lo que vemos en fotos con filtros, luces perfectas y retoques digitales no es un buen parámetro para evaluar resultados esperables en medicina estética.

Aquí trabajamos con biología, con tu piel real, con tu historia personal. Nuestro objetivo no es convertirte en otra persona, sino ayudarte a que tú misma te veas y te sientas mejor.

Elegir solo por precio

Cuando el PRP se ofrece muy barato, a veces se recorta en:

– Calidad de insumos.
– Tipo de centrifugación.
– Tiempo de evaluación.

Y eso se nota en los resultados. No es llegar y comparar como si fueran todos iguales. Lo responsable es preguntar cómo se prepara, quién lo hace y qué experiencia tiene el equipo.

Cuándo recomendamos NO hacer PRP, aunque el paciente insista

Hay tres escenarios donde solemos frenar y decir: todavía no, o mejor otro tratamiento:

1. Expectativas completamente irreales
Si alguien espera un lifting quirúrgico, borrado completo de arrugas profundas o cambio de fisonomía solo con PRP, preferimos no dar el vamos hasta alinear expectativas.

2. Apuro excesivo de tiempo
Personas que vienen a 3 días de un matrimonio o evento grande, queriendo verse radicalmente distintas con una sesión. Ahí la probabilidad de frustración es alta.

3. Problemas médicos sin evaluar correctamente
Si hay dudas importantes en salud general, primero derivamos a los especialistas correspondientes. Es mejor “estar al debe” con un procedimiento estético que arriesgar una complicación.

Cómo tomar una decisión informada sobre PRP

Si estás evaluando este tratamiento, te propongo revisar contigo mismo estas preguntas:

– ¿Lo que quiero mejorar es realmente calidad de piel, luminosidad y arrugas finas?
– ¿Estoy dispuesto/a a hacer un protocolo de varias sesiones, no solo una?
– ¿Busco un cambio natural y paulatino, más que un efecto radical?
– ¿Estoy abierto/a a que el médico me proponga combinar o incluso priorizar otros tratamientos?

Si respondes que sí a la mayoría, probablemente el PRP puede ser una muy buena herramienta en tu plan de rejuvenecimiento.

Si quieres profundizar más en este tema, te recomiendo leer el contenido que tenemos en nuestro blog Al Box de medicina estética, donde explicamos con más detalle otros tratamientos que muchas veces se combinan con el PRP.

Y si te interesa ver resultados reales, videos de procedimientos y contenidos educativos cortos, te recomiendo visitar nuestro Instagram, donde compartimos casos y explicaciones prácticas de medicina estética.

Qué puedes esperar realmente del PRP

Si tuviera que hacerla corta, diría lo siguiente.

El plasma rico en plaquetas es un tratamiento efectivo y seguro cuando está bien indicado, con resultados esperables especialmente en:

– Mejoría de la calidad global de la piel.
– Aumento de luminosidad y aspecto descansado.
– Disminución moderada de arrugas finas.

No reemplaza otros tratamientos que aportan volumen, tensado o cambios más estructurales, pero sí es un complemento potente cuando buscamos un rejuvenecimiento de aspecto natural y progresivo.

En Clínica EM, la decisión de usar o no PRP la tomamos siempre en conjunto contigo, revisando tu historia, tus expectativas y tu plan a mediano plazo. Así podemos asegurarnos de que, cuando hablemos de plasma rico en plaquetas: resultados esperables, estemos mirando lo mismo: un resultado realista, alcanzable y acorde a tu piel y a tu momento de vida.

Este artículo fue escrito por Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética y rejuvenecimiento facial.